A las 12 en punto del mediodía el presidente Alan García cerró en la Plaza de Armas un inflamado discurso donde habló sobre los beneficios de llegar a la hora pactada. Luego hizo sonar una campana, para que los relojes se sincronizaran con la hora oficial de la Marina de Guerra del Perú y con ello dio inicio a la Campaña Nacional por el Respeto y la Puntualidad , una iniciativa que busca acabar con la irreverente “hora peruana”.
Bajo un sol inclemente y arriba de un enorme estrado que tenía como fondo la palabra Perú, un mapa del país, un reloj y la frase: “La hora sin demora”, el Jefe del Estado pidió al país “terminar con la nefasta costumbre de ser impuntuales” porque ese defecto demuestra también nuestra falta de respeto hacia los otros, que es el principio de la democracia y la convivencia.
Millonarias pérdidas
Pero la parte más sustanciosa del discurso presidencial llegó cuando García dejó las frases y se fue a las cifras: dijo que si de los 16 millones de ciudadanos mayores de edad en el Perú, cada uno esperara o se hiciera esperar media hora en una jornada, ello significa 3 mil millones de horas hombre perdidas por año. “Y si se midiera económicamente serían 5 mil millones de dólares los que se pierden. La impuntualidad tiene un costo inmenso para el país”, precisó.
El presidente hizo otras precisiones. Dijo que la puntualidad no sólo era llegar con el reloj sino también saber irse en el momento adecuado. Por ello destacó que si recuperamos los 3 mil millones de horas perdidas, habremos ganado más tiempo para el estudio, el trabajo, la producción, la inversión, la familia y la recreación.
“Cuando termine estas palabras serán las doce en la cordillera, en el altiplano andino, en las soleadas arenas del norte y en el mar de Grau… Será como el poeta dijo: ‘Las doce en todos los relojes’. Para que todos nos pongamos desde este momento en la convicción de comenzar un nuevo Perú, más grande, puntual y consagrado al deber”, dijo cerrando su discurso. Luego sonó la campana.
Apenas acabada la alocución apareció frente al escenario un grupo de personas de luto que llevaba en hombros un féretro con las palabras “Q.E.P.D. la hora Cabana”, una representación simbólica de la muerte de la impuntualidad representada en el anterior presidente. El acto lo auspiciaba el Acuerdo Nacional, pero esta representación tuvo un claro sesgo político.
Poco antes el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, dijo esperar que los peruanos se independicen de las cadenas de la impuntualidad hasta el próximo 28 de julio, cuando concluya la campaña iniciada ayer al mediodía.
“Con la mirada puesta en el futuro, nos comprometemos a unir esfuerzos para que la puntualidad sea una virtud del pueblo peruano”, dijo Del Castillo, leyendo una proclama que se distribuyó entre los concurrentes a la plaza y que entre otros mensajes traía la canción “Respetos guardan respetos”, un tema en ritmo de reggaetón que acompañara la cruzada.
Celebración
Luego de la representación de la muerte de la impuntualidad, los carros oficiales y de la policía hicieron sonar sus sirenas, dándole un tono festivo al acto. Y en lo alto de la una de las torres de la Catedral de Lima apareció el mimo César Aédo para poner un reloj con el slogan “la hora sin demora” y hacer sonar la campana del templo. El fin de fiesta llegó con grupos folklóricos y una tropa de sikuris que le pusieron música a la despedida.
Al final de la celebración, Max Hernández, secretario técnico del Acuerdo Nacional e impulsor de la campaña hizo el balance: “La puntualidad está en el marco de los derechos ciudadanos, la virtud cívica que impulsamos es el respeto. Tenemos el deber de respetar a los demás y el derecho de que nos respeten, respetando la hora pactada ¿Por qué nos demoramos? Cada quien debe responder esa pregunta”, dijo. ¿Será esto el fin de la “hora peruana”?
Ojalá.
Comentarios
“Queremos que la hora peruana sea sinónimo de puntualidad. Todos deben cumplir con su deber y ser productivos. Eso es lo que debemos inculcar en el país”.
Jorge del Castillo Gálvez
Premier
“Los principales funcionarios, empezando por el presidente de la República , deben ser ejemplo de puntualidad. A eso apunta este gobierno”.
Susana Pinilla
Ministra de trabajo
Fuente: La República
Fecha: Viernes 2 de marzo de 2007