Religioso dice que hasta ahora no llega la justicia que se esperaba tras la asunción del régimen de Toledo.
Obispo de Chimbote afirma que en casi cinco años de gobierno no se han dado los pasos necesarios para combatir ese flagelo.
-Todas las fuerzas políticas en el Acuerdo Nacional elaboraron un conjunto de medidas para el combate contra la corrupción ¿Se han cumplido estos acuerdos?
-Hubo una negligencia creo, porque todas las fuerzas políticas y organismos de la sociedad civil se comprometieron a cumplir los 31 acuerdos, y a vigilar la ejecución de estos. Por ello, creo que la responsabilidad es de todos, porque también la sociedad civil debe estar atenta a que no se afecte el combate contra la corrupción.
-Las mismas fuerzas políticas que se comprometieron en el Acuerdo Nacional a luchar contra la corrupción apoyaron en el Congreso una ley que ha favorecido la liberación de corruptos…
-Mañana (hoy) voy a pedir una reunión urgente de los integrantes del Acuerdo Nacional para analizar cuánto se ha avanzado (en la lucha contra la corrupción), hacer una evaluación.
-¿Qué medidas se pueden tomar para no permitir la impunidad en nuestro país?
-Creo que además de convocar a una reunión el Acuerdo Nacional, se debe realizar una gran concentración antes de Fiestas Patrias, para reunir a las organizaciones juveniles, la sociedad civil, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, para protestar contra la impunidad y la corrupción, y reafirmar el compromiso de luchar contra la corrupción.
-¿Considera que la excarcelación de los hermanos Wolfenson ha puesto al descubierto que la lucha anticorrupción va camino al colapso?
-Quisiera remontarme al año 2000, cuando los peruanos tenían la esperanza de que se iniciaría una lucha contra la corrupción y esperábamos que todos los poderes del Estado fueran consecuentes con esta tarea. Pero han pasado 5 años y no se han dado los pasos necesarios para combatir la corrupción como se necesitaba, y para recuperar la fibra moral del Perú. Las organizaciones civiles hemos luchado para iniciar un proceso de justicia, pero esta justicia parece que no llega.
-Queda la impresión de que ha existido una concertación del Poder Judicial y el gobierno para dar una ley que favorecería a los corruptos…
-Hay dos casos muy significativos: la excarcelación de uno de los capos del cartel de Tijuana y la liberación de los Wolfenson. No es posible que ahora se encuentren en su casa, mientras que otros pequeños narcotraficantes están cumpliendo sus penas en las cárceles. No puedo tolerar que los policías que se han jugado la vida persiguiendo a los corruptos y corruptores ahora tengan que cuidarlos en sus propias casas.
Pide investigaciones
-Decisiones tan polémicas como estas generan un desánimo en diferentes sectores de la población y una desconfianza en la clase dirigente…
-No podemos culpar a todo el Poder Judicial, pero la sala que ha dado esta resolución tiene que ser investigada. Y la desconfianza es natural. Cómo explicar la celeridad con la que han actuado estos jueces para favorecer a los Wolfenson, por ejemplo.
-¿El Congreso, el Ejecutivo y el Poder Judicial no están en sintonía con las expectativas de la población?
-Se supone que la consigna era cerrar filas contra la corrupción, y dar una serie de pasos para ello, como unos cambios más drásticos en la legislación, inflexibilidad, para evitar la impunidad, y lo más importante para que estos actos de corrupción, de violación de derechos humanos, no se olviden, y por ello no se repitan.
“Dejar las palabras y dar el ejemplo”
-Resoluciones como la que aceptó la liberación de los Wolfenson alientan la impunidad…
-Ha habido una ligereza en el Legislativo y precipitación en el Poder Judicial, pero no hablemos generalizando. Creo que el Congreso debería dedicarse a tratar temas que beneficien a la población, a las provincias, y no dar leyes que debilitan el sistema judicial anticorrupción.
-Pero hay también responsabilidad del Ejecutivo y en el presidente Toledo, que siempre habló de luchar contra la corrupción.
-Ha llegado el momento de acabar con las palabras, y dar el ejemplo, y lo importante son las obras, porque se trata de dar señales para devolver al pueblo la confianza en los gobernantes, que se pierde por estos casos.
Fuente: La República
Fecha: Lunes 11 de Julio de 2005