Recuento. Max Hernández analiza los siete años de labor del Acuerdo Nacional

Grupos políticos respetan cuatro grandes objetivos iniciales

Foro no es solo un campo teórico, asevera su secretario técnico

Siete, número cabalístico per se. Siete, los años de labor del Acuerdo Nacional (AN). Es un buen momento para analizar a un organismo que “persiste”, no obstante ser “una institución nueva que surgió en un momento específico (la caída del régimen fujimorista y el retorno de la democracia) de la coyuntura política del país”.

También, como agrega su secretario técnico, el psicoanalista Max Hernández, porque ya pasó un cambio presidencial y muestra la importancia de construir consensos.

Para Hernández, lo positivo del trabajo del foro es su apuesta por la construcción de consensos entre los grupos políticos y que éstos estén “respetando” los cuatro grandes objetivos trazados desde el inicio.
“Se está avanzando en ‘democracia’, ‘estado de derecho’, ‘equidad’ y ‘justicia social’, pero habrá gente para la cual la democracia debería ser más participativa o que la justicia social debería avanzar mucho más rápido.”

En la autocrítica, Hernández acepta que el AN no pudo cumplir con la meta de aumentar en 0.25 puntos porcentuales el PBI para educación, que es el mínimo necesario. En otros temas, en cambio, hay una “visión concurrente y convergente en el gran concepto, pero a la hora de mirarlo en la práctica hay diferencias de concepción”.

Posiciones

Hernández cita las posiciones a favor del aseguramiento universal y otras por un acceso universal a la salud. O que el enfoque de la economía social de mercado ponga más énfasis en lo social o el mercado, de acuerdo con la “capacidad legítima y obligación de cumplir con las políticas de Estado dentro de sus maneras que tiene su grupo político”.

“Es muy importante que haya mayor inclusión social, lo cual tendrá formas de hacerse. En política hay quien gana y no gana, lo que quisiéramos es que no sea una política de suma cero, porque en esas circunstancias no hay consenso ni diálogo posible.”

Hernández enfatiza: “No creemos que en todo se pueda lograr consenso”, eso ha pasado a lo largo de las reuniones (más de 80 hasta la fecha) que ha sostenido el AN. “Hay temas que han causado dificultades de aceptación en determinados sectores; pero en los temas donde hemos tenido consensos no hay ninguna razón para no llevarlas a cabo.”

Recuerda que habrá dificultades para su aplicación práctica, la necesaria reforma del Estado, “pero también debemos entender que no somos un país con cuadros políticos a granel: tenemos que seguirnos preparando”.

El Acuerdo Nacional –expresa– tiene las nociones de políticas de Estado, la visión de largo aliento, pero son conceptos que no rinden frutos visibles de inmediato. Y no están en los titulares.

“Imaginarse celebrar en 2021 nuestro bicentenario como un país como el que queremos, nos marea porque estamos muy vinculados a lo cotidiano.”

Sin embargo, el AN no es un solo un campo teórico, como se le critica. Las instituciones como la Mesa de Lucha contra la Pobreza, la Confiep, la Conferencia Episcopal, los frentes regionales y partidos políticos coinciden en luchar contra la desnutrición infantil crónica.

Foros regionales

Preguntado sobre la cercanía o lejanía de los gobiernos regionales, Hernández explica que en todo este período se han plasmado varios acuerdos regionales.

El AN, además de las 31 políticas de Estado agrupadas en cuatro objetivos nacionales, es un foro, un espacio de diálogo y construcción de consensos, que se reúne una vez al mes. “Los dos son importantes. Lo que queremos es apoyar la creación de más foros regionales, que ya han tenido claro éxito.”

“Sucede que en las provincias más les interesa el documento, el acuerdo como documento de exigencia, que espacio para comprender”, recuerda Hernández, para quien debemos de pasar, aunque sea difícil, de la lógica de la política como pugna por el poder a una lógica que ponga énfasis en la convergencia y cooperación.

Pero un aspecto de la violencia vivida por años en el país, prosigue, es que nos han dejado trazos de una sociedad posconflicto: la violencia delincuencial, la atracción por estos temas en los medios; pero cada uno de nosotros debe controlar esas propensiones en la medida de lo posible.

“El AN no es parte del Gobierno”

¿31 políticas no son demasiado, como sostienen los críticos?

–Son muchas si las miramos aisladamente. Hace varios años vino un experto extranjero y planteó cuáles eran las políticas troncales. Hay voces que creen que es necesario que haya esta concentración. Pero otras voces consideran que las 31 son la única manera de lograr el consenso. Para comunicar al público debería de ser un formato más compacto; pero también las políticas, metas e indicadores son usados por las instituciones del Estado y tienen sentido. Muchos de sus planes de desarrollo están inspirados en las políticas del AN. Estamos intentando avanzar en ese sentido.

¿Les falta presupuesto para mejorar sus labores?

–El acuerdo cuenta con fondos de la cooperación internacional. La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) contribuye dándonos este espacio, asumiendo los costos de la mensajería, llamadas.

¿Pero el Gobierno no tiene injerencia?

–Si bien el Gobierno es parte del AN, el AN no es parte del Gobierno. Esta tensión y autonomía tratamos de que queden muy claras entre el foro con respecto al Ejecutivo.

¿Le parece bien que el AN esté dentro físicamente de la PCM?

–Lo hemos discutido mucho. Contar con un local propio haría muy visible la autonomía del AN. Pero como es una institución en la cual el Gobierno tiene una participación importante, la cercanía física nos puede ser de gran ayuda. En lo personal, creo que el AN debe poseer un espacio propio, fuera de la PCM.

Reelecciones

A Max Hernández le preocupa que no se vea que la democracia es más un escenario que una máquina para resolver problemas; que permite que los actores puedan ocupar el poder vía elecciones.

Pero hay ejemplos de países que trabajan su futuro, aprovechando las fechas de sus bicentenarios. Está el proyecto Brasil Tres Tiempos, para tres períodos presidenciales, “una visión muy importante porque la continuidad de las políticas de Estado podría ser incluso un poderoso elemento de disuasión de la idea de las reelecciones, como la única forma de garantizar continuidad”.

Los bicentenarios latinoamericanos –asevera– se dan en un momento en el que hay mayor conciencia histórica y del largo plazo, una crisis económica y otra del medio ambiente, “que están haciendo que las miradas de largo plazo cuajen cada vez más”.

Datos

El AN fue suscrito en Palacio de Gobierno el 22 de julio de 2002.
Las 31 políticas de Estado están enmarcadas en cuatro grandes objetivos: Democracia y estado de derecho; Equidad y justicia social; Competitividad del país; y Estado eficiente, transparente y descentralizado.

La AN realizó una campaña de La hora sin demora, asumida por varios colegios e instituciones y empresas privadas.
El horizonte de la AN es 2021, cuando se celebre el bicentenario de la Independencia del Perú.

En los últimos meses, el AN viajó mucho a Ayacucho, Piura, Cajamarca, Tumbes, Lambayeque, Lima Región, impulsando la creación de foros regionales.
Apoyó también la creación de la región piloto Amazonas-San Martín; para propiciar un foro birregional y planea crear la región piloto Áncash-Huánuco-Ucayali, que unirá transversalmente la Costa con la Selva.

Actividades

  • Mañana se realizará el conversatorio El Acuerdo Nacional y la Gobernabilidad Democrática, como homenaje a los siete años de la suscripción de las políticas de Estado del Acuerdo Nacional.
  • Participarán el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, y los ex titulares de la PCM Carlos Ferrero, Pedro Pablo Kuczynski y Jorge del Castillo. Lugar: Colegio Médico del Perú (avenida 28 de Julio, cuadra 7, Miraflores). Hora: 09.30. Ingreso libre.

Fuente: Diario El Peruano
Fecha: Miércoles 22 de julio de 2009

Anterior Al toro por las Astas
Jr. de la Unión Nro.264 – Tercer Piso, Lima – Perú
+51 319 7022